Mientras otros hacen cola en la clínica, tú te curas en pijama
Olvida el tráfico y las salas de espera: el fisio llega hasta tu salón
Ni atascos, ni vueltas buscando aparcamiento, ni revistas viejas en la sala de espera. Tú te quedas en tu casa, con tu café o tu serie, y nosotros aparecemos en tu puerta con todo lo que necesitamos: camilla, material, manos y un plan pensado solo para ti. Tú no pierdes tiempo, no te estresas… y encima terminas la sesión en la comodidad de tu salón. Así de fácil, así de rápido, así de a gusto.
¿Tienes la agenda más apretada que los vaqueros en Navidad?
Tu día empieza y acaba igual: corriendo y con prisas. Cero huecos para ti. Y cuando por fin tienes un rato, ¿de verdad quieres perderlo en atascos, buscando aparcamiento y esperando en una sala llena? No. Por eso la fisioterapia a domicilio es tu plan perfecto: nosotros me plantamos en tu casa cuando a ti te venga bien, sin que tengas que mover un dedo. Bueno, uno sí… el que le das al botón para pedir cita.
Con el pelo alborotado y calcetines de colores
Aquí la norma es sencilla: tú no te mueves, nosotros sí. Tu sesión de fisio pasa en tu casa, con tu manta favorita y, si quieres, en pijama o en chándal de guerra. Yo llevo la camilla, el material y un plan pensado solo para ti, para que lo único que tengas que decidir sea si quieres café antes o después de la sesión.
Si estás más saturado que el WIFI de un hotel en Agosto…
Es que tu cabeza va a 200 por hora y tu agenda parece un sudoku imposible, cualquier cosa extra se siente como una montaña. E dolor te roba energía y te pone de mal humor. No necesitas mas líos, por eso nosotros te lo ponemos fácil. Fisioterapia en tu casa, sin que tengas que pensar en nada, para que tu única preocupación sea elegir si quieres la manta o no durante la sesión.
Menos parón y más acción
El dolor no debería frenar tu vida. Ni tu trabajo, ni tus planes, ni esa pachanga con los amigos. Con la fisioterapia a domicilio, no tienes que elegir entre cuidarte o seguir con tu día: lo haces todo a la vez. Nosotros vamos hasta tu casa, te ponemos a punto y en cuanto terminamos… tú sigues con tu ritmo. Aquí no hay pausas, solo soluciones rápidas para que vuelvas a moverte como quieres.
Sin bolas de cristal, pero las manos donde tocan
No es solo el dolor de hoy, es ese runrún en la cabeza: “¿Y si esto se queda para siempre? ¿Y si acabo a base de pastillas? ¿Y si me meten en un quirófano?”. Y el clásico remate: “¿Y si encima gasto dinero y no sirve para nada?”. Tranquilo, aquí no vamos a improvisar como en una receta de tu abuela. Antes de ponerte una mano encima, te explico qué pasa, qué vamos a hacer y para qué sirve, para que no sientas que estamos jugando al “a ver qué sale”.
Menos charla y más chicha
Cuando tienes poco tiempo, cada minuto cuenta. Por eso en cada sesión vamos directos a trabajar lo que de verdad necesitas, sin rellenos ni rodeos. Te enseño ejercicios sencillos para que puedas continuar en casa y aprovechemos mejor el trabajo juntos. No se trata de correr, sino de usar bien el tiempo para que avances de forma constante y sin perder energías en cosas que no te aportan.
Preguntas Frecuentes
1. “¿Me puedo fiar de vosotros?
Lo entendemos, abrir la puerta de tu casa no es cualquier cosa. Por eso, antes de nada, te decimos quienes somos, el número de colegiado y, si quieres, hasta la matrícula del coche para que no parezca que llega un comercial de enciclopedias. Soy fisioterapeuta titulado y parte de un equipo profesional; no vamos a venderte nada raro, solo a devolverte movimiento y bienestar. Y prometo no abrir tu nevera… salvo que me invites a café.
2. ¿Y si me gasto el dinero y no sirve para nada?
No improvisamos como en un karaoke de madrugada. Evaluamos qué te pasa, por qué te pasa y qué necesita tu cuerpo. Y si creemos que lo tuyo necesita otro especialista, te lo decimos claro. Así que tranquilo: la única flauta que vas a escuchar es la de tu dolor marchándose.
3. ¿Cuánto cuesta una sesión de fisioterapia a domicilio?
Si vives en Salamanca o alrededores 55€. También tenemos opciones de bonos que puedes ver pinchando aquí.
4. ¿Cuánto duran las sesiones?
Las sesiones duran 45 minutos, sin trampa ni cartón.
5. “¿Y si se retrasa o no llega a tiempo?”
Aquí no jugamos a “Adivina si viene o no viene”. Quedamos a un hora concreta y, si algo se tuerce, te avisamos antes de que empieces a mirar por la ventana como si esperases al del reparto. Valoramos tu tiempo tanto como el nuestro, así que llegar a tiempo es parte del tratamiento. Y tranquilo, nunca te dejaría plantado… salvo que me secuestrara un atasco de esos de película (y aún así te avisaría).
Horarios
LUN-VIE: en horario de mañana y tarde